Desde siempre se ha pensado que para perder peso lo mejor es el trabajo aeróbico a baja intensidad y hacer dieta, sin embargo, las últimas investigaciones determinan que una alternativa eficaz y más motivante es el realizar un entrenamiento de fuerza intenso y no mirar tanto la ingesta de alimentos.
Con un volumen semanal de 3-4 horas de trabajo cardiovascular, tenemos suficiente para conseguir el objetivo de perder grasa. Si deseas mejorar, no aumentes los aeróbicos, te estancarás, incluye un entrenamiento de fuerza. Conoce las ventajas:
-Un trabajo de fuerza al principio y un poco de aeróbico después, es lo ideal, puesto se consigue un vaciado mayor del glucógeno y accedemos mucho antes a las reservas de grasas.
-Evitamos la pérdida de músculo, aumentando así el rendimiento aeróbico y disminuyendo el riesgo de lesión.
-Aumenta el metabolismo basal, es decir, quemarás más calorías incluso en reposo.
El entrenamiento de fuerza estimula la secreción de catecolaminas, potentes hormonas que son capaces de movilizar y degradar los ácidos grasos.
Las catecolaminas no sólo ayudan a quemar grasas sino que producen una sensación de euforia que retrasa la fatiga.
Si ya realizas un entrenamiento de fuerza y quieres perder peso, olvídate del entrenamiento analítico aislado por grupos musculares, entrena movimientos. Selecciona ejercicios donde involucres al mismo tiempo el tren superior e inferior,
Nuevos métodos como el Crossfit o Functional Training están dando resultados muy interesantes en personas que quieren perder peso de forma amena y divertida.
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